Surgimiento del Camino de Santiago

El monarca Alfonso II manda construir un sepulcro en el lugar donde se habían descubierto los restos del Apóstol, contribuyendo así al inicio de las peregrinaciones. Carlomagno fue el que se preocupo  que los caminos fueran seguros. 
Un siglo después la noticia de que el sepulcro del apóstol estaba en Galicia ya se había extendido por casi toda Europa atrayendo a miles de peregrinos desde todas las partes del continente.
Otro de los peregrinos más famosos fue Aymeric Picaud.

En el siglo siguiente, las sucesivas guerras, hambrunas, la crisis y la plaga de la peste tampoco contribuyeron a devolver al Camino de Santiago su esplendor perdido.

No será hasta el siglo XVII cuando se empiece a recuperar algo el tránsito de fieles hacia Compostela, pero el siglo XIX y los nuevos descubrimientos científicos volvieron a influir negativamente en la recuperación de esta tradición medieval.